domingo, 25 de septiembre de 2016

Gustavo Bueno o el Pensamiento Heidegger

Esto que sigue es una reseña sobre el libro 'Zapatero o el pensamiento Alicia' del filósofo español recientemente fallecido Gustavo Bueno.

En el resto de entradas de reseñas de libros de este blog me he limitado por lo general a nombrarlas con la palabra reseña y el título del libro.  Como he justificado en alguna ocasión lo hago consciente de mis limitaciones para escribir una crítica literaria y más bien como un intento de fomentar la lectura.

Este caso es distinto.  Escribo este texto motivado por la indignación y ofendido por lo que considero que es un atentado a la razón y la ética.  El libro al que me refiero es lamentable.  Más lamentable al estar escrito por alguien al que algunos consideran uno de los filósofos españoles más importantes de final del siglo XX.   Incluso 'el más importante'.   Mal habla este texto de quien opina así.  El libro es una apología del franquismo, de la violencia, del machismo, de la incultura y el engaño.  Eso es y no otra cosa.

Me he permitido en el título citar a otro 'importante filósofo europeo' al que me ha recordado mucho la lectura.   De él, de Heidegger, decía José María Valverde en 'Vida y muerte de las ideas'  que no se sabía si era un impostor o un genio.  Como a mi no me cabe duda de lo primero, he aprovechado la repulsa que me produce para compararlo con Gustavo Bueno.

Como paliativo para la filosofía española hay que decir que existen abundantes voces críticas con Gustavo Bueno.  Hasta Fernando Savater, al que no podemos tachar de rompedor, lo califica como el 'Paco Martínez Soria' de la filosofía española.  Tengo que admitir que la frase resume bastante la filosofía de Gustavo Bueno.   Por cierto, y para ser sincero, no la leí directamente de Fernando Savater, sino citada en 'Diccionario razonado de vicios, pecados y enfermedades mentales' de Jorge Vigil Rubio.  Claro que es normal que me interese más por un diccionario de vicios que por los textos de Fernando Savater.

Vamos al libro en cuestión. Zapatero o el pensamiento Alicia.  Ediciones Temas de Hoy, 4ª edición, diciembre de 2006.


El libro no es sino un ataque al gobierno de Zapatero para júbilo de incultos y reaccionarios.  Con algo de palabrería y términos pedantes pretende justificar las 'razones' de ese colectivo contra el matrimonio gay, convencernos de lo bueno que era Franco, de que la violencia contra la mujer no existe y unas cuantas lindeces parecidas.

Gustavo Bueno se inventa el término 'pensamiento Alicia' para lo que dice ser una forma ingenua, torpe y peligrosa de razonar.  Con ello demuestra que no se ha enterado de la obra de Lewis Carroll.   A poco de la primera página, en la introducción, cita el principio de relatividad de Galileo de una forma que demuestra que no se ha enterado de lo que dice Galileo.     Le siguen 11 capítulos, a cual más equivocado, en que vemos que tergiversa el franquismo, el feminismo, la democracia y en general todo aquello que ofende al pensamiento retrógrado franquista tan abundante en nuestro país.  

La técnica de los 11 capítulos es es siempre la misma.  Cita una frase de Zapatero, de esas que ponen nerviosos a los fascistas. Luego sigue todo un conjunto de palabrería que supongo que no entienden la mayoría de los lectores a los que se dirige (a dos le pregunté por el término 'Paráfrasis' y no me respondieron) pero que puede parecer razonamientos profundos y al final, en base a 'esos razonamientos profundos' concluye en que Zapatero es gilipollas (aprovecho que la RAE haya recogido el término) para regocijo de los compradores del libro.   

Por supuesto no existen razonamiento profundos, ni siquiera razonamientos. Es más, algunos son tan despreciables como peligrosos.  Como con el que pretende justificar el franquismo, el golpe de estado fascista, porque más de la mitad de España se sentía vencedora tras la guerra civil (página 89).  ¿Cabe mayor ofensa a la ética?   Ese mismo argumento le podría haber valido para justificar la violencia doméstica:  No hay problema en matar a lamujer, porque la mitad del matrimonio, esto es el hombre, se siente vencedor.  El capítulo del franquismo es posiblemente uno de los más asqueroso del libro y lo redondea con una referencia bibliográfica:  Pío Moa, el historiador de los fachas.  Lamento que un supuesto filósofo como Gustavo Bueno no haya intentando al menos disimular con algún libro más aceptable.  

Voy a citar otra de las frases que demuestran lo equivocado de Zapatero, lo peligroso de su razonamiento y que por su culpa España se va a hundir.  La frase es 'Hablando se entiende la gente'.   El capítulo 3, Sobre el diálogo, se dedica a desmontar el peligroso pensamiento de confiar en el diálogo.  Claro, así se entiende lo de Franco.  Es a tiros y no hablando como se hacen las cosas según Bueno.  Dialogar es peligroso, matar, exiliar, humillar y robar al 50% de los españoles no, porque queda el otro 50% vencedor.   

Si me resulta difícil combatir algunos de los 'razonamientos' de Gustavo Bueno como el capítulo 3 que acabo de citar o el 4 sobre el franquismo es por la bajeza intelectual de los mismos.  Dónde no hay razonamiento resulta difícil razonar.

Al igual que Heidegger, Bueno no es solo defensor del fascismo y la violencia.  También hace gala de su machismo misógino.  Y lo hace mostrándolo lo peligroso de otra frase.  La frase que nos va a llevar a la ruina esta vez es una cita.  Y es que a Zapatero se le ocurrió citar a Virginia Woolf 'Como mujer no tengo patria, mi patria es el mundo'.   Dice Gustavo Bueno que eso solo se aplica a 'las prostitutas sin frontera'. 

No sigo comentando el libro.  No porque se haya acabado la lista de disparate, sino porque me aumenta la indignación.  Mi deseo es que la razón y la ética prospere lo suficiente como para que no se repitan libros como este, que los filósofos de verdad quieran saber y no alentar la incultura.

domingo, 4 de septiembre de 2016

Reseña de libro: Breve historia de la Inquisición en España

Un buen libro que cuesta menos de 10 euros.  

Me atrevería a decir que hay que leerlo o por lo menos algún otro sobre el tema.  El motivo es por una parte evitar que vuelva a reproducirse algo tan indignante como la Inquisición y por otra parte para darnos cuenta de que si bien parece superado, aún perviven muchas prácticas contra la libertad de pensamiento.  Son menos explícitas en los castigos pero no dejan de ser muy perniciosas.  Dice el autor en la introducción: 'lo que cambia no son las mentalidades, son las circunstancias'. Aunque yo soy algo más optimista y lucho por un cambio de mentalidad no dejo de darle gran parte de razón

Lo primero que me gusta del libro es su título.  Agradezco que sea claro y lo defina bien. Lo que contiene es justo eso:  Una  breve historia de la Inquisición en España.  Me resulta chocante la moda de buscar metáforas para los títulos, lo que habría llevado a llamar a esto algo así como 'La hoguera de Dios' o 'La religión omnipontente' o vaya uno a saber que otro título.  Reconozco que algunos de mis libros favoritos caen en esta práctica, por ejemplo 'Mente y Poder', de Antonio Beltrán sobre el proceso de Galileo.  Pero otros muchos, menos mal que es lo habitual en los manuales universitarios,  aparecen con los títulos claros que revindico.  En esos libros maravillosos tengo la 'Introducción a la Antropología general' de Marvin Harris, o la 'Historia de la Filosofía Griega' de Guthrie.

Y ahora vamos al contenido.  La brevedad a la que alude el título son unas doscientas páginas de un libro de bolsillo, que se me antojan suficiente para transmitir una buena idea sobre el tema estudiado.   Me voy a permitir comentar brevemente algunas ideas del contenido.  La selección tiene algo de azar, así que te aconsejo que leas el libro para tener una visión más completa del tema.
La Inquisición se creó en España a iniciativa de los Reyes católicos, más en con concreto de Fernando (pese a que la fama de intolerante la tiene principalmente Isabel, parece ser que era patrimonio de ambos) con el objetivo de luchar contra los judíos.  Pretendía ser similar a la inquisición de la Edad Media.    Aunque se trate de una institución teóricamente 'eclesiástica' y su cabeza es el Papa, la realidad no era así.  El poder es estatal, son los reyes quienes nombran a los Inquisidores generales, aunque se les añada la firma del Papa.  De hecho hubo algunas tensiones entre el Estado español y el papado, tensiones que por lo general se resolvieron a favor de los primeros.  O sea, de forma clara, la Inquisición española estuvo en todo momento bajo el control de la monarquía española, empezando por los reyes católicos y continuando con Carlos I, Felipe II y los siguientes.

La institución nace el 27 de septiembre de 1480, con el nombramiento de los dos primeros inquisidores para la Diócesis de Sevilla.  Duraa hasta 1834.  Sí, hasta 1834, en el siglo XIX, estaba vigente en España los tribunales del Santo Oficio.

No tenemos una cifra exacta de víctimas de la Inquisición.  Los números oscilan muchos según los autores.  A veces por la ausencia de datos, a veces por el interés de tapar tan injustificable institución.  El libro que nos ocupa parece abordar el problema con un rigor adecuado, así que reproduzco para empezar la cifra sobre la represión inicial sobre los judíos, que como hemos indicado eran el objetivo inicial.
 ''En total más de dos mil judaizantes - o considerados como tales- debieron de perecer en la hoguera en toda España entre 1480 y 1500''
(página 38)

El tema de la expulsión de los judíos merece un espacio mucho mayor, pero me quedo con un dato.  Se calcula entre cincuenta mil y cien mil los judíos expulsados.

Tras la toma de Granada en España existía un gran número de musulmanes, llamados mudéjares, con un estatuto especial que les permitía el ejercicio libre de su religión.  Entre 1502 y 1526 fueron obligados a convertirse al catolicimos y recibieron el nombre de moriscos.  Los moriscos eran oficialmente cristianos, pero realmente musulmanes.  En muchos casos, vivían apartados.  Como dice el autor 'lo que diferencia a los cristianos viejos de los moriscos no es la religión, sino la cultura y el tipo de vida'.   Por decirlo de una forma anecdótica pero ilustradora, los cristianos cocinan con manteca y los moriscos con aceite de oliva.  La expulsión de los moriscos se firma en 1609.  A diferencia de los judíos se les permite salir con sus bienes.

Hay un dato interesante que aporta el libro y es poco conocido. Frente al caracter del siglo XX de España como defensora acérrima del catolicismo en el siglo XVI la opinión europea era bien distinta. Se pensaba que la horrible Inquisición española era necesaria para imponer el catolicismo en el pueblo español.

Aunque la Inquisición española fue creada para luchar contra los judíos, poco a poco sus objetivos fueron cambiando.  Era obvio, puesto que siglos después ya no tenía judíos a los que atacar y tenia que buscarse nuevos objetivos.   Así fueron condenados (en algunos casos con pena de hoguera, en otros más leves) luteranos, protestantes, brujas, beatas y otra serie de 'enemigos de la fe'.  Se llamaban 'beatas' a ciertas mujeres piadosas que vivían apartadas del mundo.  Hasta 1550 estaban incluso bien consideradas, pero en ese año la Inquisición amplía sus objetivos represores a ellas.

Una cuestión llamativa son las brujas por lo especial que resulta en la Inquisición española.  Algunos de sus defensores (de la Inquisición) se basan en la diferencia entre España y Europa para justificarse.  Ciertamente parece ser que en España  se mataron muchas menos 'brujas' que en el resto de Europa.  Pero no parece ser debido a la bondad española, sino a circunstancias sociales. En 1611 tras un proceso contra algunas de estas brujas, el Inquisidor Alonso de Salazar y Frías escribía que la brujería era desconocida en España hasta que empezaron los procesos contra ella y la había dado a conocer al pueblo inculto.

Como digo, el tema de las brujas y otros datos han sido utilizados por alguno para suavizar los horrores de la Inquisición.  En una especie de 'y-tú-más' se han comparados algunos datos parciales, para tachar a la Inquisición española de leve porque en algunas facetas el número de víctimas era menor que en otros países.  Estúpida justificación, obvio.  Pero como bien dice el libro, la Inquisición española no destacó por el record de víctimas sino por algo bien deplorable: La creación de una red de espías y temores.  El miedo era tan extenso que cualquier persona en España debía vivir atemorizado ante el peligro de caer víctima.
 
Las citas y referencias del libro dan para mucho más, pero a fin de no extenderme demasiado termino con un dato preocupante que antes he citado. La Inquisición estuvo vigente en España hasta 1834.  Y creo que lo que hubo bajo el régimen franquista en pleno siglo XX fue algo parecido o peor.  
Ojalá aprendamos y no se repita nada parecido.  Creo que leer libros como este ayudará a ello.